El Tarot es una ciencia mística y esotérica que permite desentrañar los misterios de la vida, reflejando la circunstancias y eventos que nos rodean con suma precisión.
"Si yo supiera cómo un árbol se contrae en una semilla, podría también predecir cómo se desarrollará el árbol a partir de esa semilla. Ahora, si conocemos el núcleo central de una situación, podemos predecir sus consecuencias".
Marie-Louise Von Franz
El Tarot funciona así: es una semilla que nos permite conocer la forma en que se desarrollará nuestra vida, reflejando psique, emociones, factores externos, intelecto, interrelaciones, etc. Por ello también se le define como un instrumento terapéutico y de evolución personal.
Lamentablemente existen personas embusteras y estafadoras que, aprovechándose de la necesidad y de la angustia ajena, utilizarán el Tarot como un medio para engañar al consultante y obtener ganancias monetarias de manera ilícita. Estas personas inescrupulosas no dudarán en crear historias pesimistas y malintencionadas con el fin de asustar a su consultante, creando el sentimiento de necesidad.
Por suerte, es fácil identificar a un tarotista falso de uno genuino, y en esta publicación veremos algunos puntos para ello.
¿Cómo diferenciar entre un tarotista genuino de un embaucador?
Es muy fácil.
Estos tipos suelen cumplir con una serie de requisitos bastante notorios y llamativos.
1. ¡A usted le han hecho brujería!
Los falsos tarotistas se esmeran en afirmar que el cliente se encuentra bajo los efectos de alguna brujería, mal de ojo o magia negra.
De este modo, el falso tarotista intentará asustar a su cliente con el fin de crear un vínculo de necesidad y dependencia. Luego, el charlatán ofrecerá nuevas sesiones de Tarot o inclusive trabajos de limpieza con la excusa de erradicar estos supuestos padecimientos, obviamente con un valor monetario adicional. Esta clase de personas no busca ayudar a su consultante, sino que desean atemorizarlos con el fin de crear un vínculo de dependencia.
Por estas razones, los charlatanes del Tarot no tendrán pudor alguno en inventar historias falsas relacionadas con brujería o magia negra, y será lo primero que "interpretarán" en una lectura.
De igual modo, suelen decirle al consultante que estos trabajos de magia negra fueron realizados por algún familiar, ex pareja, compañero de trabajo, etc., y dirán que dichas personas le tienen resentimiento, envidia, celos, odio y saña al consultante, afirmando empedernidamente que ellos son la fuente de nuestro padecimiento.
Tristemente, esta clase de aseveraciones suelen ser muy populares entre los falsos tarotistas, falsos astrólogos, falsos chamanes, falsos exorcistas, falsos curanderos, falsos médiums, falsos gitanos, falsos santeros o falsos videntes. Esta clase de personas siempre tejerá triquiñuelas como esta para estafar a su consultante y sacarle más dinero.
Usted no tiene brujería. Usted no tiene mal de ojo. Solo una lectura con cartas muy específicas podría señalar esto, de lo contrario es imposible.
Por ejemplo, para verificar si una persona tiene algún trabajo de brujería o magia negra, deberían aparecer, EN CONJUNTO, cartas como El Diablo, el Mago invertido, el Siete de Espadas, la Luna, la Torre, el Cinco de Oros y el 10 de Espadas. Reitero: en conjunto. Perfectamente en una lectura podría aparecer el Diablo o el Mago invertido, y es normal: pues señalarían ciertos desbalances, bloqueos o negatividades que giran a nuestro alrededor, pero esto no significa que exista algún trabajo de magia negra o brujería. NO. El Tarot es muy específico y riguroso, por lo que se requieren combinaciones muy concretas para afirmar o negar algo, sobre todo si es tan delicado como esto.
Otros tarotistas estafadores sacarán y sacarán cartas del mazo sin pudor alguno hasta que aparezcan las ya mencionadas, y así afirmar, "con pruebas", que supuestamente existe un trabajo de brujería. Obviamente esta lectura no tiene sentido ni validez, pues las tiradas de Tarot tienen un límite ya determinado de cartas. Algunas tiradas manejan de 3 a 10, y también hay algunas más extensas que pueden llegar a tener hasta 20 cartas. Pero créanme que habrá tarotistas inescrupulosos y embusteros que sacarán hasta 50 o más cartas con tal de que aparezcan aquellas que necesitan para sostener sus mentiras.
Debes suspender la lectura si un tarotista afirma inmediatamente que alguien te ha maldecido, ya que es una táctica poco ética que utiliza el miedo para manipular a los clientes y así generar más ganancias.
2. Lecturas pesimistas y maliciosas
Este punto va muy ligado al primero, pues los falsos tarotistas siempre pronosticarán lecturas extremadamente trágicas, negativas y pesimistas.
Estos charlatanes no dudarán en exagerar o en inventar tragedias para crear un vínculo traumático con el cliente, y así asegurar su dependencia.
Por supuesto, vale la pena señalar que incluso las lecturas de un tarotista genuino pueden resultar emocionalmente intensas y dolorosas. Sin embargo, la diferencia entre un tarotista falso y uno real, es que el embaucador será despiadado e hiriente; no le importará exagerar o mentir con respecto a la tirada, esperando que su consultante se vea traumado y golpeado.
Por su parte, el tarotista genuino responderá al estrés de su cliente con empatía y comprensión. Un tarotista falso no dudará en lastimar a un cliente si eso significa crear un vínculo traumático con él, mientras que el verdadero tarotista será honesto y discreto al momento de transmitir información delicada, entregándole también oportunidades para cambiar su situación, creando al mismo tiempo un ambiente cómodo y acogedor para que estemos a gusto con ellos.
Muchas veces puede ocurrir que el consultante cree estar pasando por una situación delicada y agobiante. Pero al momento de tirar las cartas descubriremos que en realidad su situación no es tan grave como parece, y que bien será pasajera, habiendo salidas y soluciones al alcance. Aquí, el verdadero tarotista deberá ser honesto y decirle la verdad a su cliente, mientras que el falso tarotista verá tragedia hasta en las cartas más positivas y benéficas, pues su intención es otra.
3. Lecturas superfluas
El falso tarotista nunca entrega detalles específicos, sino que hará declaraciones generales que literalmente podrían aplicarse a cualquier persona, y reitero: casi siempre tendrán una connotación pesimista y trágica, haciendo hincapié en brujería, celos, envidia, enfermedades, mal de ojo, etc.
Un tarotista no utilizará información obvia sobre ti para darte predicciones genéricas. Cuando un lector de Tarot no tiene buenas intenciones, utilizará cualquier información que tú le brindes para modificarla y aparentar conocimiento. Ten cuidado si notas que las afirmaciones del tarotista podrían aplicarse a cualquier persona que encaje en tu grupo demográfico general.
Un tarotista legítimo no intentará extraer mucha información sobre tu vida, mientras que los falsos lectores te harán preguntas detalladas para utilizarlas en su beneficio. Ellos tomarán la información que les brindes y te la devolverán al estilo de "predicciones" destinadas a mantenerte intrigado. Te sorprenderá la información que puedan brindarte, pero lo que realmente hicieron fue manipular aquello que les habías dado para parecer conocedores. En una lectura de tarot, debes ser tú quien haga las preguntas. No debería ser un interrogatorio. El que busca respuestas eres tú, no tu tarotista.
El tarotista genuino puede hacer unas cuantas preguntas para conocer el contexto de tu situación, pero no te interrogarán sólo para regurgitar información que en realidad no te será de utilidad, pues obtendrá la información necesaria de las cartas.
4. El factor dinero
El falso tarotista siempre antepondrá el dinero.
Sí, es cierto que nadie trabaja gratis, y que el tarotista más honesto y sincero cobra por sus lecturas, lo cual está bien, sin embargo, los embaucadores son muy exigentes e insistentes en cuanto a dinero se refiere, sobre todo cuando ofrecen "soluciones" para erradicar sus falsos pronósticos.
Estos embaucadores suelen decir frases como "yo sé que tienes un dinero guardado", "yo sé que estás pasando por un buen momento económico", "yo sé que tienes un ahorro escondido", o "no tengas miedo en invertir tu dinero en esto", "recuerda que el dinero no es más importante que tu familia y tu salud", "el dinero que tienes está maldito", etc. Quizás parezcan frases obvias y hasta estúpidas, pero que bien podrían persuadir a una persona que esté pasando por una situación delicada y compleja, siendo más susceptibles a ello.
5. Complejo de Dios
El falso tarotista tiende a ser pomposo, extravagante, egocéntrico, altivo y arrogante. Al no tener los conocimientos requeridos para leer el Tarot, querrán aparentarlo a través de apariencias estereotípicas y estrafalarias. Todo sea con tal de entusiasmar y convencer al cliente de que está al frente de un experto.
Estas personas igualmente suelen ser altaneras e intimidantes, pues se aprovechan de que sus clientes están pasando por un momento delicado. Por ello no dudarán, como ya se mencionó, en transmitir lecturas pesimistas y maliciosas, siempre buscando herir e impactar al consultante.
Como tal, los falsos tarotistas, falsos santeros, falsos curanderos, etc., afirmarán tener la solución a cualquier tipo de problema o dolencia. Ellos son los genios eruditos capaces de sanar y ponerle fin a tu desgracia, y nadie más.
También es importante que recuerdes que cualquier persona puede aprender a leer esta ciencia esotérica, por lo que la apariencia de un tarotista puede ser tan cotidiana y común como la tuya. Por lo tanto, no necesariamente el tarotista te esperará con una bola de cristal, un caldero de pociones y un gato negro. Estos son estereotipos que muchas veces los charlatanes suelen utilizar para "ganar credibilidad".
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Lamentablemente los falsos tarotistas no hacen más que desprestigiar esta ciencia milenaria, provocado que muchas personas la vean con ojos de escepticismo, prejuicio y rechazo.
Sin embargo, también es importante recordar que encontramos charlatanes y embaucadores en todas las áreas de la vida. Así como hay médicos estafadores, abogados estafadores, pastores y sacerdotes estafadores, psicólogos estafadores, etc., también los hay honestos y comprometidos con su labor, y no por ello vamos a desconfiar de la medicina por culpa de algún médico inescrupuloso y poco ético.