Tengo que tomar una decisión: ¿Qué me conviene más? ¿Debo o no debo?
Si estás frente a una encrucijada o disyuntiva de este estilo; esta sencilla lectura de Tarot con tres cartas te permitirá vislumbrar entre la mejor alternativa posible, sirviendo de gran ayuda para clarificar la mente y conocer diferentes puntos de vista.
Esta tirada es ideal para preguntas tipo: "¿Debo o no debo cambiarme de trabajo?", "¿Debo o no debo invertir mi dinero en esto?", "¿Debo o no debo terminar mi relación?" "¿Debo o no debo conocer nuevas personas?", "¿Me conviene o no me conviene esta persona para formar una relación?", etc.
En la presente publicación veremos un par de ejemplos y ejercicios prácticos para dominar la tirada.
La lectura comienza con la carta de la izquierda, luego con la carta del centro, y finalmente con la carta de la derecha, tal como muestra el esquema de más abajo.
La carta número 1 (izquierda) es tu porvenir en caso de aceptar y abrazar la propuesta, independientemente si entrega factores positivos o negativos, pues esto es lo que necesitamos saber.
La carta número 2 (centro) te dice lo que sucederá en caso de que rechaces la propuesta y te mantengas en donde estás, sea también positivo o negativo.
Y la carta número 3 (derecha) representa el consejo final en caso de TOMAR la propuesta, por lo tanto se tiene que interpretar con la carta número 1.
Esta tirada es muy útil para conocer diferentes perspectivas, ya que no solamente nos dice si la respuesta es un sí o un no, sino que además nos explica el porqué.
Veamos un ejercicio práctico para entender la tirada.
Utilicemos esta pregunta: "¿Debo cambiar de trabajo?".
Al revolver y barajar las cartas obtenemos:
Rey de Espadas / Cuatro de Oros / Cuatro de Bastos
La primera carta, el Rey de Espadas, nos dice lo que pasaría si aceptamos el cambio de trabajo.
La segunda carta, el Cuatro de Oros, representa lo contrario, dando motivos para no cambiarnos de trabajo, o bien lo que pasaría si permanecemos en donde estamos, sin modificaciones.
Y la tercera, el Cuatro de Bastos, se traduce como el consejo final en caso de abrazar la propuesta, y por ello debe interpretarse junto con la carta número 1, para que de este modo presagiemos el porvenir con detalle.
Comenzamos por la izquierda.
Si cambiamos de trabajo, el Rey de Espadas nos presagia un futuro bastante positivo, denotando un crecimiento muy grande a nivel intelectual y profesional. De igual modo nos dice que será una ocasión para desarrollar nuestros conocimientos y destrezas. Esta carta denota inteligencia, dirección, toma de decisiones, responsabilidades y liderazgo: factores con los que posiblemente nos encontremos en este nuevo rumbo. Recordemos que las Espadas representan el poder del intelecto, del razonamiento y de la mente fría y calculadora, más que de los aspectos económicos y afectivos. Por lo tanto nos habla de un trabajo en donde necesitaremos de mucha competencia y profesionalismo. También nos dice que será un ambiente más serio e idóneo para desarrollarte y afrontar problemáticas y desafíos a través de tus competencias intelectuales.
Ahora, ¿Qué pasaría si no cambiamos de trabajo? O dicho de otro modo: ¿Por qué rechazar el cambio de trabajo? Esta respuesta nos la entrega la carta del centro, y aquí tenemos al Cuatro de Oros. Esta carta gusta aferrarse a lo tangible, a lo sólido, a lo establecido, prefiriendo las cosas que ya tiene bajo su control, principalmente en cuanto a lo monetario y material. El Cuatro de Oros no quiere desestabilizar lo que es suyo, ni tampoco busca riesgos. Al contrario, es conformista, ahorrativo y hasta un poco tacaño, pues entiende sus esfuerzos y sacrificios. Por lo tanto, esta carta te dice: "¿Para qué arriesgarse?", "¿Para qué buscar nuevos desafíos si aquí estás seguro?". O como dice el viejo refrán: "Más vale pájaro en mano que cien volando". En definitiva la carta te dice que te quedes y que te vayas a la segura.
Tanto la primera como la segunda carta ofrecen un porvenir equilibrado y positivo, sin mayores complicaciones o negatividades, lo cual es bueno. Sin embargo, la tercera carta será vital para vislumbrar un poco más en la encrucijada, pudiendo ser incluso definitoria.
Recordemos que la tercera carta no es una opción, sino que un consejo en caso de aceptar la propuesta, así como una visión a largo plazo.
Aquí tenemos al Cuatro de Bastos.
El Cuatro de Bastos se traduce como un momento de celebración, formalización, consolidación, estabilidad, plenitud. Es una carta bastante positiva en estos aspectos, sobre todo en cuanto a interrelaciones se refiere, que es la forma en que interactuamos con el mundo (eso representa el palo de Bastos). Por lo tanto es un buen indicio en caso de tomar la decisión, pues la carta no prevé obstáculos ni bloqueos, al contrario, habla de que alcanzaremos dicha, consolidación y conexiones.
Una vez que hayamos interpretado las 3 cartas, juntamos la número 1 con la número 3, y la restante la podemos dejar arriba o abajo.
Entonces: ¿Me cambio o no me cambio de trabajo?
A opinión personal le diría al consultante que no tenga miedo en cambiar de trabajo, pues le aguarda un futuro prometedor y gratificante en donde se desarrollará profesionalmente, ampliando sus horizontes y metas a largo plazo. De igual modo le recordaría que necesitará hacer uso de sus conocimientos y habilidades intelectuales, y que no descuide estos aspectos por ningún motivo, pues serán su principal herramienta (liderazgo, capacidad para tomar decisiones, protagonismo, resolución de problemas, conocimiento etc.,). Recuerda que el rey guía y resuelve los problemas de su nación.
Entonces, si el consultante desea explorar nuevos rumbos, aceptar desafíos intelectuales y tener un mayor protagonismo deberá cambiarse de trabajo, independientemente de lo monetario. De todos modos, el Cuatro de Bastos promete un porvenir estable y exitoso, por lo que a largo plazo será una decisión todavía más reconfortante. Por ello, puede verse como una inversión.
Ahora, si el interés principal del consultante tiene que ver con mantener sus finanzas equilibradas, valorizando aquello que le es seguro y sin alterar su rutina o correr riesgos, entonces, no debería cambiarse de trabajo, pues le seguirá significando una fuente de ingresos segura. Quizá esto suene obvio, pero perfectamente pudo haber salido una carta que diga lo contrario, por ejemplo; una carta que le indique al consultante un posible despedido, baja de sueldo, accidentes, mal ambiente laboral, etc. En estos casos obviamente la respuesta favorecerá a la primera carta.
Aquí al consultante le entregué las dos perspectivas, pues ambas son buenas para él. Sin embargo, me decanto más por la primera opción: cambiar de trabajo. ¿Por qué? Porque si no existiera ese deseo en su interior no se lo hubiese preguntado al Tarot, además de que el Rey de Espadas y el Ocho de Bastos son naipes muy positivos y esperanzadores.
En este caso el consultante no debería cambiarse de trabajo, pues el Cinco de Oros prevé una posible crisis financiera, pérdidas materiales y/o monetarias, y en general un muy mal porvenir.
Por ello al consultante le conviene tomar la postura del personaje que aparece en la ilustración del Cuatro de Oros y aferrarse a lo que ya tiene.
Y si bien es cierto que en este nuevo trabajo el consultante también tendrá que hacer uso de sus conocimientos y habilidades profesionales, lo cierto es que será un desafío agotador y frustrante, y muy posiblemente fracase en el intento. De hecho, el Cinco de Oros se considera una de las cartas con la connotación más pesimista y negativa del Tarot.
Por lo tanto es mejor no correr el riesgo y conservar el actual trabajo.
Ahora veamos otro ejemplo. Supongamos que el consultante lleva tiempo atravesando una relación sentimental inestable, con muchos conflictos y problemas, y no sabe si le conviene terminar la relación o darle una nueva oportunidad.
Es sabido que algunas personas no pueden terminar sus relaciones sentimentales, ya sea por miedo, costumbre, rutina, desamparo, etc., o tienen la esperanza de que las cosas mejoren.
Veamos entonces qué nos deparan las cartas con la siguiente pregunta: "¿Debo o no debo terminar con esta relación?". Al revolver y barajar aparecen las siguientes cartas:
El Colgado - El Diablo - Ocho de Bastos
Recordemos las posiciones de las cartas.
La primera carta (izquierda) me dice lo que me aguarda en caso de terminar.
La segunda carta (centro) me dice lo que me aguarda en caso de no terminar.
Y la tercera carta (derecha) se traduce como una guía y consejo, teniendo que interpretarse en conjunto con la primera carta, pues es la raíz de nuestra preocupación.
La lectura comienza con la carta del Colgado, siendo precisamente un naipe que denota la necesidad de autosacrificio y de dejar ir. Siempre me gusta recalcar que la carta del Colgado hace referencia al Dios Odín, de la antigua religión vikinga y escandinava. En las historias se narra que Odín realizó muchos sacrificios personales con tal de alcanzar un beneficio superior. Por ejemplo, sacrificó un ojo para poder beber de los manantiales de la sabiduría, y también decidió perforarse el pecho con una lanza; colgarse de cabeza en los acantilados del Yggdrasil y ayunar durante nueve días y nueve noches para que los secretos de las Runas le fuesen revelados. El Colgado transmite este mismo principio: a veces tenemos que suspendernos, realizar un autosacrificio y dejar escapar las cosas en pos de alcanzar algo mejor, aunque resulte doloroso al comienzo. Si el consultante ha estado atravesando una relación terrible e inestable con su pareja, entonces, la carta del Colgado nos dice que lo mejor sería terminar el ciclo, y que al final los resultados serán constructivos y beneficiosos, ya que el hombre de la imagen no estará colgado para siempre: él podrá desatarse los nudos y seguir adelante, utilizando al mismo tiempo los conocimientos que aprendió de dicha etapa.
La segunda carta, la carta del Diablo, nos dirá lo que sucedería si decidimos continuar con la relación.
Esta carta no denota un renacimiento ni tampoco nos dice que las cosas entre la pareja mejorarán, muy por el contrario, ya que el Diablo habla de relaciones tóxicas, engaños, mentiras, dolor, sufrimiento, círculos viciosos, violencia, desilusión, etc. Por lo tanto aquí la respuesta es sencilla: si el consultante decide continuar con la relación se verá expuesto a todos estos factores negativos, y por ende a un desgaste físico, emocional y psicológico. La carta no prevé mejoras ni soluciones, solo problemas y conflictos.
La tercera carta, el Ocho de Bastos, viene para darnos el consejo final. El Ocho de Bastos es una carta muy activa, positiva y dinámica, y a menudo se le describe como portadora de buenas noticias, ya que denota finales felices, energía, eficacia, soluciones. El Ocho de Bastos nos dice que atravesarás un momento en donde te sentirás libre para idear tus planes o proyectos, sean emocionales, laborales, económicos, creativos, etc. Esta carta te invita a actuar sin cuestionamientos ni divagaciones y a ser libre.
Como podemos apreciar, en este caso la respuesta es clara, y a todas luces nos dice que cortemos con la relación, pues no tiene arreglo.
En conjunto, el Colgado y el Ocho de Bastos nos dice que nuestro sacrificio tendrá sus frutos; pues iniciaremos una etapa de vitalidad, optimismo y seguridad. El período de espera y de estrés por el que atravesamos con esa relación llegará a su fin, y las cosas comenzarán a moverse rápidamente; será gratificante y liberador. Podremos cortar los nudos que nos tienen colgados de cabeza y mirar al horizonte.
