sábado, 25 de noviembre de 2023

Oráculos: una herramienta complementaria para nuestras lecturas de Tarot (historia, primeras barajas, raíces, significado)


Los Oráculos son barajas de crecimiento espiritual, guía y consejo que nos entregan herramientas para desenvolvernos adecuadamente en el mundo que nos rodea, y también, para superar momentos difíciles u obstáculos. 

El objetivo de este tipo de barajas, es que el consultante pueda asimilar o absorber la personalidad y las características de una carta en concreto, la cual, le servirá de base para afrontar desafíos y desenvolverse de acuerdo a las necesidades que se le presenten. 

Por ejemplo, muchas barajas de Oráculo tienden a tener temáticas relacionadas con la religión egipcia o la grecorromana, incluyendo a sus respectivos Dioses, Héroes y figuras mitológicas. Entonces, supongamos que en una lectura de Oráculo me aparece la carta de la Diosa Atenea. ¿Qué significa? Al ser Atenea la Diosa de la justicia y de la sabiduría, me invita a que justamente dichos atributos sean asimilados en mi vida y absorbidos por mi personalidad. Es decir, me encuentro atravesando un momento en donde es fundamental que me comporte de manera justa, obrando con cautela y estrategia y evitando los impulsos o imprevisiones. 

El funcionamiento, las características y la composición entre una baraja de Tarot y una baraja de Oráculo varían, teniendo sus respectivas similitudes y diferencias, por lo que tienden a ser herramientas complementarias entre sí. Por ejemplo, podríamos realizar una lectura de Tarot, y una vez finalizada sacar una carta de Oráculo a modo de consejo final. 

Tanto las cartas de Oráculo como las cartas del Tarot pueden tener el mismo propósito e intención, poseyendo ambas una muy rica variedad de símbolos e imágenes que ayudan a estimular los sentidos psíquicos, a aclarar situaciones y a ayudarnos a desentrañar los misterios de la vida. 

Es por estos motivos que el día de hoy hablaremos un poco acerca de las barajas de tipo Oráculo, repasando su historia, primeras barajas, y significado.



Tanto las cartas del Tarot como las cartas Oráculo actúan como un espejo de la energía actual, reflejando la verdad de una situación y señalando los posibles caminos a seguir. No hay juicios ni mensajes “negativos” o “positivos”: sólo existe el reflejo de la energía y la oportunidad de encontrar un camino a través del autoconocimiento y la comprensión de las circunstancias. Las cartas Oráculo a menudo señalan los temas generales en los que está trabajando una persona, mientras que las cartas del Tarot revelan detalles más específicos y concretos.

Las cartas del Tarot son una poderosa herramienta de adivinación y guía espiritual, como si fuesen una extensión de nuestra energía. Por su parte, las cartas Oráculo entregan mensajes y motivaciones para lidiar con una situación, por lo que ambas barajas se complementan sin ningún problema. 

Para comprender mejor las similitudes y diferencias entre ambas herramientas, veamos los siguientes puntos: 


1. Las barajas de Oráculos se remontan a mediados del siglo XX, gracias a la popularización mundial del Tarot y de otras disciplinas esotéricas de tipo new age y wicca. Sin embargo, sus antepasados o prototipos más antiguos se pueden rastrear a los años 1500's, siendo casi tan remotos como el propio Tarot, cuya primera baraja oficial se publicó en el año 1441 (aunque existen centenares de registros que demuestran que el Tarot es mucho más antiguo). Esto hace que ambas barajas posean un rico tapiz de historia.

 

2. Las cartas de Tarot siguen una estructura establecida e inmodificable: teniendo un total de 78 cartas que se dividen entre Arcanos Menores y Arcanos Mayores. Este número no puede ser alterado bajo ningún motivo, pues cada una de ellas tiene un significado concreto, describiendo diferentes aspectos y situaciones. Por su parte, los Oráculos tienen una cantidad indefinida de cartas, dependiendo del enfoque que quiera darle su creador. Por ejemplo, el Oráculo de las Diosas tiene 44 cartas; el Oráculo de Shakti-Buda tiene 55 cartas: el Oráculo de Rama tiene 56 cartas; el Oráculo del Tao tiene 64 cartas, y así sucesivamente. Puedes tener una baraja de Oráculo con 12 cartas, 100 cartas, o cualquier cantidad intermedia.

 

3. Como ya fue mencionado en el punto anterior, el Tarot se compone por Arcanos Menores (56) y Mayores (22). Los Arcanos Menores a su vez se dividen en "palos" o "categorías" especiales, habiendo 4 en total: "Espadas" (que describen el plano mental e intelectual), "Oros" (que describen el plano material y terrenal), "Bastos" (que describen interacciones y el plano pasional) y "Copas" (que describen el plano afectivo y emotivo). En total existen 14 cartas por cada palo, las cuales vuelven a dividirse en dos secciones: las primeras 10 cartas se encuentran enumeradas, por ejemplo: As de Espadas, Dos de Espadas, Tres de Espadas, Cuatro de Espadas, etc., mientras que las 4 restantes reciben el nombre de "Cartas de la Corte", que se componen por un "Paje", un "Caballero", una "Reina" y un "Rey", por ejemplo: Rey de Espadas, Rey de Copas, Paje de Bastos, etc. Esta estructura no se encuentra en las cartas de Oráculo, pues no siguen ningún patrón en específico. En los Oráculos no hay Arcanos Mayores ni Menores, tampoco hay división de palos o categorización de cartas. 

 

4. Los Oráculos entregan un mensaje más general, principalmente relacionado con aspectos y características de una figura en concreto, por ejemplo, de un Dios que debemos absorber en nuestra vida. Por ejemplo, una carta Oráculo de la Diosa Sekhmet nos entregaría un mensaje de ímpetu, valor e independencia; una carta Oráculo del Dios Apolo nos invitaría a recrearnos a través de pasatiempos y actividades artísticas; una carta de la Diosa Afrodita nos diría que dediquemos tiempo a nuestra imagen personal y a cultivar nuestro lado sensual, y una carta de Buda nos entregaría un mensaje de bondad, compasión y misericordia. Así, una baraja de Oráculos contiene figuras reconocidas mundialmente y de fácil interpretación: Dioses, maestros, héroes, musas, figuras mitológicas, ángeles, espíritus, animales, etc. Por su parte, el Tarot entrega un mensaje o un recordatorio mucho más específico, detallado y profundo, abordando una cantidad infinita de circunstancias, pero siempre bajo una estructura ya establecida. El Tarot precisamente busca desentrañar y esclarecer alguna situación, y a partir de allí comenzar a dar consejos o mensajes.  

 

5. Por todo lo anteriormente mencionado, el Tarot podría ser mucho más difícil de aprender, además de que cuenta con una infinita variedad de tiradas, combinaciones y esquemas en donde el significado de una carta varía en función de su posición y perspectiva, e incluso si se encuentra al derecho o al revés. El Tarot requerirá un nivel más alto de práctica y dominio, ya que ofrece una extensión de detalles a una profundidad que la mayoría de las cartas de Oráculo no pueden alcanzar.

 

6. Una vez que domines una baraja de Tarot; podrás dominarlas todas, pues al fin de cuentas se rigen bajo las mismas reglas y estructuras, cambiando únicamente la temática. No importa si prefieres el Tarot Rider-Waite, el Egipcio, el Tarot de Marsella, el Tarot de Aleister Crowley, el Tarot Celta, el Tarot de los Gatos o el Tarot de Alicia en el país de las Maravillas: todas se rigen por los mismos principios, y será comodidad del tarotista el saber cuál usar, ya que si aprendes a leer una, lo más probable es que puedas leer cualquier otra sin problemas (aunque lógicamente puede haber una leve variación, pero nada más complejo que eso). Por el contrario, las cartas de Oráculo variarán completamente en función de un mazo a otro, pues nunca serán iguales. Incluso, habrán diferencias notables entre dos mazos de la misma temática. Por ejemplo, si tenemos dos Oráculos diferentes de Dioses griegos, no necesariamente quiere decir que ambas barajas tendrán la misma composición y estructura, incluso si se repiten las mismas deidades, ya que esto variará según el enfoque y entendimiento de sus autores. Por ejemplo, en una baraja la Diosa Atenea podría regir la sabiduría y el intelecto, y en otra regir la virginidad y la virtud. Y si bien estos conceptos se relacionan, su significado final variará. Esto no ocurre en el Tarot. Un Ocho de Copas significará lo mismo en todas las barajas. De todos modos, las cartas de Oráculo son sencillas y de fácil interpretación, por lo que no habría problema en utilizar diversos mazos. 

 

7. Los Oráculos siguen un estado de ánimo concreto, generalmente alegre y positivo, pues se encargan de entregar mensajes motivacionales para superar problemas y obstáculos. El hecho de tener una baraja llena de cartas positivas es un gran estímulo para nuestras lecturas, pero estas cartas probablemente no entregarán respuestas más precisas a nuestras preguntas. Por ejemplo, supongamos que le preguntas a un mazo de Oráculo: "¿Cuándo recibiré un aumento?" y te aparece una carta que transmite emociones de dicha y serenidad. Esta carta no puede decirte exactamente cuándo obtendrás un aumento, o si es que lo tendrás, pero puede decirte cómo te sentirás en ese momento o cómo tomar la situación, para bien o para mal, y de allí sacar una conclusión.


Es por ello que las cartas de Oráculo son una herramienta para complementar una lectura de Tarot, ya que por sí solas puede que no le entreguen al consultante todas las directrices de una pregunta, pero sí lo orientarán en términos emotivos y aspiracionales. 

Incluso, como es lógico, notaremos que la carta que saquemos del Oráculo siempre coincidirá con el resultado de la lectura de Tarot, pues ambas barajas plasmarán la situación energética del consultante. 



Cartas del Oráculo "El Poder de Shakti y la sabiduría de Buda"

Y si bien los Oráculos han tomado su forma en tiempos contemporáneos, lo cierto es que se inspiran en una época en la que las cartas no existían como tal. 

El concepto de "oráculo" se originó en Delfos, más concretamente en los templos dedicados al Dios Apolo, patrón de la luz, el conocimiento, la armonía y la belleza. En Delfos, las personas iban a los templos y pagaban para que las sacerdotisas entablaran una comunicación directa con Apolo, intentando recibir señales y orientación a través de profundos trances y vapores enteogénicos. 



Representación del Oráculo de Delfos


Las sacerdotisas que cumplían este rol recibieron el nombre de "Pitonisas", que se interpreta como "espíritu profético" o "persona poseída por un espíritu profético", aunque su significado etimológico tiene otro contexto.

Dicen los relatos griegos que en tiempos lejanos, después de que nuestro planeta fuese barrido por un diluvio, diversas criaturas prosperaron en la Tierra, entre ellas una especie de serpiente colosal o dragón. Esta criatura habitaba entre el actual valle del Pleisto y el monte Parnaso, aterrando a todos los pueblos que intentaban resurgir de la catástrofe. Entonces, Apolo descendió de los cielos y asesinó al dragón con su arco divino, limpiando la Tierra del mal. El cadáver del monstruo comenzó a podrirse,  y de allí deriva la palabra "pitonisa" o "pythomai" (πύτωμαι), que significa literalmente "podrirse". En consiguiente, la región fue bautizada con este nombre, al igual que sus residentes. La ciudad comenzó a prosperar y se fundaron muchos templos en honor a Apolo, mismos que ganaron fama producto de las profecías de sus sacerdotisas. Después de un tiempo, la zona recibió el nombre "Delfos" (Δελφοί), que significa "Útero" o "Matriz", pues se creía que aquella región era el centro del mundo, aunque el término "pitonisa" continuó utilizándose para hablar sobre aquellas adivinas o profetisas de Apolo.  



Apolo venciendo a Python

Un ejemplo de predicción famosa, fue la respuesta que el general Temístocles recibió del Oráculo de Delfos antes de la batalla de Salamina. Cuando Persia invadió Grecia, el general consultó al oráculo sobre cómo salvar Atenas. La respuesta de las pitonisas fue la siguiente: "Ο Ζευς θα δώσει ένα ξύλινο τείχος που θα μείνει απόρθητο, αυτό το τείχος θα σώσει εσένα και τα παιδιά σου", que significa; “Aunque todo lo demás será destruido, Zeus, el que todo lo ve, garantiza que sólo el muro de madera no fallará”. Temístocles interpretó este consejo en el sentido de que la milicia ateniense debía abandonar la ciudad y confiar en su armada, que estaba representada simbólicamente por el "muro de madera", es decir, los barcos, plan que por cierto no estaba programado, pues los griegos pensaban recibir a los persas en tierra.

Siguiendo esta interpretación, Temístocles convenció a los atenienses de evacuar la ciudad y de buscar refugio en la isla de Salamina. Mientras tanto, la flota griega, dirigida por el propio Temístocles, se enfrentó a la flota persa en las estrechas aguas frente a la costa. Los griegos salieron victoriosos de la batalla de Salamina y debilitaron significativamente a las fuerzas persas.



Batalla de Salamina


Otra predicción famosa fue la caída de Corinto a manos de los macedonios en el siglo IV antes de nuestra era. Se cree que el Oráculo advirtió a los corintios sobre un desastre inminente. Sin embargo, los corintios malinterpretaron el mensaje, pensando que el desastre vendría del "istmo", en referencia a la estrecha franja de tierra que conecta el Peloponeso con el continente. En realidad, la amenaza provino de los macedonios bajo el mando de Felipe II, quienes cruzaron el istmo y conquistaron Corinto.

En el año 67, el emperador Nerón, que tenía apenas 30 años, visitó el oráculo y recibió la siguiente profecía: "Tu presencia aquí ultraja al Dios que buscas. Vuelve, matricida. El número 73 marca la hora de tu caída. Nerón pensó que tendría un reinado largo y que moriría a los 73 años. En cambio, su reinado tuvo un final breve, llegando a su fin después de una revuelta iniciada por Galba, un comandante que tenía 73 años de edad en ese momento. Galba se alzó en contra del gobierno de Nerón y terminó provocando su muerte. 

Otro curioso acontecimiento relacionado con las profecías del Oráculo, tuvo que ver con el rey Creso, quien deseaba informarse sobre el resultado de una campaña militar contra el Imperio Persa. Cuando Creso consultó al Oráculo de Delfos, le preguntó si debía declararle la guerra a Ciro II. El Oráculo respondió: "Si Creso va a la guerra, destruirá a un gran imperio". Satisfecho con esta respuesta, Creso lanzó una campaña militar contra Persia. Sin embargo, la campaña no se desarrolló como había previsto y finalmente condujo a su derrota. La ironía de la respuesta del Oráculo se hizo evidente. El "gran imperio" que fue destruido resultó ser el de Creso, y no el Imperio Persa. 

Se sabe que el emperador espartano Licurgo, el estadista Solón, el filósofo Pitágoras, Jenofonte, Felipe II, Alejandro Magno, Zenón de Citium, Cicerón, Adriano, Diocleciano, y muchas otras figuras importantes de la política, cultura y legislación griega visitaron el Oráculo en busca de respuestas y orientación. 

Se estima que este y otros sistemas de adivinación eran considerados por los griegos como una forma totalmente válida y sagrada de tener una conexión con sus divinidades, por lo que el oráculo fue respetado durante más de mil años.

Es por estas razones que las barajas llevan el nombre de "oráculo", aunque en aquel minuto no se utilizaban cartas, sino que las propias sacerdotisas eran las intermediarias que captaban y transmitían el mensaje. 

La cartas de oráculo también tienen una influencia de las piedras rúnicas, un sistema de escritura y adivinación germánica con miles de años de antigüedad. Este sistema ancestral se popularizó en tiempos modernos gracias al new age, el wicca, y también, a varios movimientos espirituales y neopaganos del siglo XX.

Históricamente las runas se han utilizado como herramientas de adivinación, protección y misticismo, siendo descritas desde tiempos antiguos como sellos sagrados que guardan diferentes tipos de energías cósmicas. A través de la lectura rúnica , una persona tendría la capacidad de poder desentrañar diferentes aspectos de la vida, predecir el futuro, solicitar  protección y utilizarlas como un método de crecimiento espiritual.

El alfabeto rúnico más conocido es el Elder Futhark, que consta de 24 caracteres. La palabra "runa" significa "secreto" o "misterio", y sus símbolos se grababan en piedras, madera, huesos, metales, herramientas, etc., incluso en armas y amuletos a fin de convocar su energía. 



Piedras rúnicas


Odín, el Dios principal de la antigua religión nórdica, está estrechamente asociado con el sistema de runas, pues fue quien las trajo al mundo de los mortales.

Originalmente, las runas eran custodiadas por las tres doncellas sagaces del destino, las Nornas, que se encontraban en lo alto del Yggdrasil, el árbol del mundo. Sin embargo, las runas únicamente se revelaban ante aquellos que fuesen dignos de merecer dicho conocimiento. Por lo tanto, Odín realizó un significativo autosacrificio para demostrar ser digno. Para ello se perforó el pecho con una lanza, posteriormente se colgó de cabeza desde las alturas del Yggdrasil y ayunó durante nueve días y nueve noches, tambaleándose en el precipicio que separa a los vivos de los muertos. Al final de la novena noche, Odín percibió unas formas en las profundidades: eran las runas, que se revelaron ante él, aceptando su sacrificio. 


Odín colgando del Yggdrasil como autosacrificio

Cada runa tenía un nombre y un valor fonético, pero también tenía significados simbólicos y asociaciones con aspectos del mundo natural, las experiencias humanas y lo divino. Algunas runas estaban asociadas con deidades específicas y presagios concretos. Por ejemplo, la runa "Fehu" (ᚠ,), la primera en el alfabeto rúnico, lleva consigo una poderosa energía relacionada con el valor material y la prosperidad. La runa "Kenaz" (<), regida por el elemento fuego, indica claridad mental, creatividad y conocimiento. La runa "Thurs" (ᚦ), regida por el Dios Thor, condensa una energía cruda que simboliza confrontación de desafíos, fortaleza y transformación.

Al igual que en la antigüedad, las runas se utilizan actualmente como un medio para obtener conocimientos y orientación, comercializándose a través de diferentes formatos, principalmente como piedras y cartas. De igual modo se publican barajas de Oráculos y Tarot con temática rúnica, así como de religión escandinava y nórdica en general.


Algunas cartas del "Oráculo Runas", basadas en el sistema Elder Futhark y en la simbología nórdica


Una de las primeras barajas conocidas y documentadas en tiempos modernos, fue el "Oráculo de Lenormand", que lleva el nombre de una adivina y tarotista francesa que vivió a finales del siglo XVIII y a principios del siglo XIX. Marie Anne Lenormand fue una figura muy popular e influyente en su época, y era conocida por brindar lecturas a varias figuras históricas, como Robespierre, Saint-Just, Jean Paul Marat, la emperatriz Josefina, el zar Alejandro I y el mismísimo Napoleón Bonaparte.

Sin embargo, el Oráculo de Lenormand es una creación póstuma que probablemente se originó en Alemania, tomando a la famosa tarotista como inspiración. 

La baraja estándar de Lenormand consta de 36 cartas, cada una con una imagen o símbolo específico que hace referencia a un presagio. Con el paso del tiempo la misma ha ido evolucionando y diversificándose, pero siempre conservando sus mismos principios y símbolos. 



Algunas cartas del Oráculo de Lenormand

Otra de las primeras barajas Oráculo, fue la "Les Amusements des Allemands or the Diversions of the Court of Vienna", o en su traducción al español: "Las diversiones de los alemanes o la diversión de la Corte de Viena", compuesta por un total de 32 cartas y publicada alrededor del año 1796 en Londres.

Originalmente, Les Amusements des Allemands era un set que incluía dos tipos de adivinación: la cafeomancia (lectura de los residuos de café dejados en el fondo de una taza); y la cartomancia (es decir, la lectura de las cartas como tal). 

Las cartas de este Oráculo contaban con ilustraciones y frases descriptivas. Por ejemplo, la carta número 9, la del Perro, dice: "Te será más fácil encontrar amigos entre personas desconocidas que dentro de tu círculo cercano". La carta 27, la de los Pescados, dice: "No te dejes atrapar por carnadas, como le ocurre a los peces. En este minuto te será muy necesaria la circunspección, especialmente en un largo viaje". La carta 28, la del León, dice: "Mantente siempre en guardia: el que fácilmente cree, fácilmente resulta engañado", y así sucesivamente.



Cartas del Les Amusements des Allemands


Siglos antes, en Alemania ya se había producido una obra bastante interesante, y a la que podríamos definir como una de las primeras evidencias de Oráculos: el Mainzer Kartenlosbuch, publicado en el año 1510.

El Mainzer Kartenlosbuch es un libro de oráculos y fortuna en cuyo interior se plasman frases, reflexiones, advertencias y motivaciones, teniendo ellas su respectiva ilustración, similar a las cartas del Tarot. El funcionamiento del libro es simple: el consultante realiza su pregunta para luego lanzar unos dados, obteniendo así un número concreto que lo llevará a una página determinada. Aquí, el consultante encontraría su respuesta, por ejemplo: "Has estado bebiendo demasiado de la vid y, por lo tanto, encontrarás dolor". 


Una página del Mainzer Kartenlosbuch


Otro registro temprano de Oráculos, es la obra escrita por el artista italiano Francesco Marcolini: "Le sorti" (Los Destinos), publicada en el año 1540. Este trabajo es bastante similar al Mainzer Kartenlosbuch, ya que en su interior también se encuentran ilustraciones y frases.

Al comienzo de la obra, Francesco enumera un total de cincuenta preguntas, que son las únicas que se pueden hacer. Trece de ellas son para hombres, como por ejemplo: “¿Es mejor que me case con una mujer fea o hermosa?”. Otras trece preguntas son para mujeres, como por ejemplo: “¿Sufriré por mi pareja?”. Y las veinticuatro preguntas restantes son tanto para hombres como para mujeres, como por ejemplo: “¿Es bueno que me vengue de esta ofensa?” o “¿Encontraré paz en el mundo?”. Para encontrar la respuesta a la pregunta elegida, el consultante deberá buscar entre las ilustraciones un vicio, virtud o condición humana que se relacione con su pregunta, habiendo un total de cuarenta y cinco pares de cartas ilustradas. Luego, el consultante va robando o descartando sus números a medida que avance con la búsqueda, pues cada ilustración indica restas o sumas. Finalmente, la persona deberá llegar a un número concreto que corresponderá a una frase o reflexión.



Le Sorti, un libro de oráculos y fortuna


Otra baraja temprana, es la Fortune-Telling de John Lenthall, publicada por primera vez en el año 1665, en Londres, Inglaterra. La baraja se estructura con un total de 52 cartas, y tiene casi el mismo funcionamiento que los otros libros de adivinación ya nombrados, es decir, teniendo una serie de preguntas, ilustraciones y respuestas.



Baraja de John Lenthall, 1665

"Las cartas de conversación de Hooper", publicadas en el año 1775, es otra baraja temprana de este tipo, teniendo cartas que describen diversas situaciones o circunstancias, así como advertencias y consejos, compartiendo algunos elementos con el Tarot. Esta baraja se compone por un total de 56 cartas.



Cartas Hooper, 1775


En la actualidad, tal como ocurre con las barajas de Tarot: los Oráculos tienen una variedad infinita de temáticas, y será comodidad y gusto del consultante el saber cuál escoger. 

En lo personal me gusta tomar una carta de Oráculo al momento de finalizar una lectura de Tarot, a modo de cierre o consejo final. 

¿Deseas saber cuáles son las mejores barajas? A continuación te dejo una descripción de lo que a mi criterio son los Oráculos más completos y recomendados: