"La Iniciación" es la carta número 36 del Tarot Egipcio, formando parte de los 56 Arcanos Menores (los cuales, se caracterizan por describir, presagiar y vislumbrar aspectos cotidianos, prácticos, pasajeros y rutinarios de la vida).
Esta carta se encuentra mediada por la Diosa Taweret o Tauret, quien es retratada esotéricamente con la forma de un hipopótamo antropozomorfo. Taweret es una Deidad relacionada con el parto, la fertilidad, el rejuvenecimiento y el hogar, además de ser una figura de carácter apotropaica, es decir, que se venera e invoca para alejar el mal. Por ello, la Diosa Taweret es vista como un símbolo de buena fortuna, presagios esperanzadores y sapiencia, y es por ello que se encuentra presente en esta carta, pues La Iniciación denota nuevos y gratificantes comienzos, fortuna próxima, fuerza creativa, manifestación, planes o situaciones que podrán convertirse en algo sólido y tangible. También es una señal positiva en lo que respecta a concepción, maternidad, estudio y finanzas.
En la presente publicación veremos el significado completo de este Arcano.
Para comprender el mensaje de esta carta, será fundamental adentrarse en el significado y en la simbología de la Diosa Taweret.
Como ya se mencionó, Taweret es principalmente una Deidad apotropaica. Esto significa que se le invocaba y veneraba con el objetivo de rechazar y evitar el mal.
En el Antiguo Egipto, Taweret era vista como una guardiana y una protectora, especialmente durante el embarazo y el parto.
Su apariencia feroz simboliza la capacidad que tiene para mitigar las fuerzas del mal, y así, proteger tanto a la madre como al niño durante el período vulnerable de parto y gestación.
La imagen de Taweret solía plasmarse en amuletos y talismanes de protección, e incluso, la gente mojaba estos objetos con agua para luego beberla o reutilizarla en baños, evocando así la protección de la Diosa, pues se creía que el agua absorbía su esencia divina. De hecho, de aquí proviene lo que actualmente conocemos como "agua bendita", utilizada mundialmente como una forma de alejar el mal.
De acuerdo a los textos Osíricos, Taweret formó parte de las fuerzas de Horus en su lucha contra Seth, lo que refuerza su carácter positivo, justo y apotropaico.
Taweret también se encuentra asociada con el caos de las aguas primordiales de las que surgió la creación, ayudando a controlar y domar los elementos caóticos y garantizar un ambiente seguro y armonioso.
Como Deidad asociada con el parto, Taweret simboliza el viaje a través de las transiciones y los desafíos de la transformación. Su naturaleza protectora guía a las personas a través de cambios significativos en la vida, enfatizando la necesidad de coraje, fuerza y conocimiento durante dichos períodos.
Amuleto protector que muestra a un sacerdote dirigiéndose hacia Taweret. Entre ambos hay un loto, que significa renacimiento y pureza, y también se aprecia el jeroglífico del verbo "dar".
Como en todas las cartas del Tarot Egipcio, la imagen del Arcano 36 se divide en tres partes: superior (plano espiritual), centro (plano mental) e inferior (plano físico):
- En el plano superior se observan 3 símbolos, de izquierda a derecha:
- Letra hebrea "Tsadi" (צ): Cabalísticamente, la letra tsadi significa justicia divina y equilibrio universal. De hecho, de allí proviene etimológicamente la palabra "tsedek" (צֶדֶק), que significa "justicia". Esto denota que la carta presagia un momento de transparencia, honestidad y equidad.
- Serpiente (𓆙): El cambio de piel de una serpiente simbolizaba la renovación, la regeneración y el ciclo de vida; muerte y renacimiento. La serpiente estaba vinculada con Deidades asociadas a la curación y la protección. También es un símbolo que denota alerta y discernimiento, pues las serpientes son un símbolo milenario de sabiduría.
- Letra "Zade" (Alfabeto Angelical de Cornelius Agrippa).
- Adicionalmente podemos notar que la cabeza de la Diosa Taweret se eleva por sobre el plano central, sugiriendo que trasciende las cosas mundanas. Ella quiere que los demás puedan seguir sus pasos y alcanzar un nuevo estado de plenitud e iniciación.
- El color amarillo del fondo refleja buenaventura, felicidad, armonía y desarrollo.
- En el plano central se observa:
- Mujer embarazada (𓁑): Ella se siente tranquila y segura al saber que la Diosa la protege y la guía. Simbólicamente, las mujeres embarazadas son señal de abundancia, prosperidad y potencial creativo: ideas en desarrollo, planes en gestación. De igual modo, los senos grandes y desnudos de ambas figuras refuerzan esta idea. Se infiere que la mujer camina en dirección a un templo en el cual se realizará su iniciación. El templo no aparece en el dibujo, pero ella lleva la llave de la vida en su mano como símbolo de poder, y su Diosa la protege y acompaña en el camino.
- El predominante color rosado refleja compasión, equilibrio emocional y amor, mientras que el fondo café denota estabilidad y conexión con la tierra.
- En su mano, la mujer porta un "Ankh" o Cruz Egipcia (☥), un símbolo milenario de sabiduría espiritual, conocimiento, purificación y poder divino. El Ankh se utiliza como talismán o amuleto de protección, y también representa los ciclos interminables de muerte y renacimiento. Por su parte, la Diosa Taweret carga un "Sa" (𓎃), otro símbolo de protección. El Sa representa la armonía que resulta de la unión entre energías opuestas, y se utilizaba como un amuleto poderoso para proteger al devoto de peligros y fuerzas negativas.
- Y ya finalmente llegamos al plano más bajo, el material. Aquí podemos ver los siguientes elementos:
- Mujer dando a luz (𓁒): El acto de dar a luz era visto como un evento sagrado y profundamente simbólico. Se asociaba con la fertilidad, la renovación y los ciclos de muerte y renacimiento. El parto de hecho simbolizaba el comienzo de este ciclo, en donde una nueva vida emergía para continuar el legado y el flujo eterno de la existencia. En este sentido, el acto de dar a luz representaba la renovación constante y la continuidad de la vida en el universo. En la alquimia, el proceso de creación implica la unión de elementos opuestos para generar algo nuevo. En el parto, este principio se refleja en la unión de la madre y el bebé, así como en la conexión entre lo femenino y lo masculino que da origen a la vida. Además, el parto también puede ser visto como un acto de creación en sí mismo, donde la mujer colabora con la naturaleza para dar vida a un nuevo ser humano.
Astrológicamente, la carta lleva el símbolo de Marte (♂), reflejando asertividad, acción, movimiento, fuerza, pasión, espíritu pionero e iniciación. Esto nos invita a que no solamente seamos personas creativas y visionarias, sino a que también sepamos canalizar estas virtudes y así, ponerlas en juego. Marte rige al signo de Aries, la cabra, que denota dinamismo, impulso, objetivos, energía de inicio y ambición. Es hora de erradicar el miedo y los temores. Hay que actuar. Su influencia nos anima a actuar con valentía, a perseguir nuestras metas con pasión y a enfrentar los desafíos de manera determinada. Este planeta nos insta a ser proactivos, a tomar la iniciativa y a defender nuestras creencias con fuerza. Nos recuerda que la acción es la clave para lograr el progreso y la autorrealización. En momentos de desafío, Marte nos inspira a ser resilientes y a enfrentar los obstáculos con coraje.
Al reducir el número 36 obtenemos 9 (3 + 6 = 9). Este número se asocia con la búsqueda de conocimiento, revelaciones, finalización e introspección. También es un número que advierte sobre desafíos y velos, sugiriendo que una situación debe escudriñarse con detalle. Por ello, este número rige al Ermitaño o al Ermita (9) y a la Luna (18: 1 + 8 = 9).
La carta se asocia con la letra "H" en el alfabeto latino. La línea horizontal de la letra H sirve como puente entre las dos verticales, creando una sensación de equilibrio y estabilidad. Este equilibrio puede verse como un reflejo de la interconexión de todas las cosas en el universo. La letra H puede recordarnos la importancia de encontrar el equilibrio en nuestra propia vida y de conectarnos con el mundo que nos rodea de forma armoniosa. Cabe decir que la letra latina "H" tiene su origen en la letra griega "Eta" (Η, η), y se utilizaba originalmente para aspiraciones. A su vez, la letra Eta proviene del fenicio 𐤇"" o "ḥet", y que significa "patio". El concepto de "patio" tiene que ver con lugares en donde comienza algo y en donde se sientan las bases para futuras experiencias o conocimientos.
Si eres nuevo en el estudio del Tarot Egipcio, puedes asociar en cierta forma La Iniciación con cartas como el As de Bastos, el Tres de Bastos o el Tres de Oros del Tarot convencional, y por supuesto, con la carta de la Emperatriz, que también se encuentra en la baraja Egipcia (y ambas forman una muy positiva combinación).
Significado general de La Iniciación:
✓ Potencial creativo.
✓ Inicios.
✓ Buena señal en lo referente a la gestación y puesta en marcha de ideas, planes, proyectos, etc.
✓ Nacimiento de algo.
✓ Nuevos comienzos.
✓ Fortuna próxima, en especial si se obra minuciosamente.
✓ Conocimiento aplicado / No emprender nada al azar.
✓ Etapa de renacimiento.
✓ Buen augurio financiero.
✓ Posibilidad de comenzar una nueva etapa o una renovación.
✓ Tienes un futuro prometedor por delante. Fuerzas positivas te rodean. Deja el titubeo, los temores y la ambigüedad. Si te sientes inseguro busca conocimiento y orientación (como el Ermitaño), pero no desaproveches esta oportunidad.
✓ Buen momento para pasar del conocimiento a la acción.
✓ Si la pregunta tuvo relación con embarazos, la carta denota que existen probabilidades de concepción / Maternidad.
Si la carta se encuentra invertida o en posición de bloqueo, señala:
❌ Retrasos.
❌ Obstáculos y trabas al momento de empezar algo.
❌ Planes fallidos.
❌ Ruptura.
❌ Negligencia.
❌ Energía y creatividad atrofiada o bloqueada.
❌ Dificultades para concretar.
❌ Falta de conocimiento / Falta de preparación.
❌ Embarazo complejo / No es buen momento para uno / Parto difícil o cesárea.
❌ Sentirse estancado, impotente.
❌ Consejo del Arcano cuando se encuentre en posición de bloqueo: Obra con cautela e inteligencia. Escudriña bien la situación. No saques conclusiones aceleradas ni tientes el azar. Escucha la advertencia de quien sabe. Paciencia. Comprender que las iniciaciones a veces tardan porque requieren de mayor preparación y/o experiencia.