El número 10 representa el final de un ciclo. Para algunos puede traer una sensación de logro y plenitud, y para otros un momento de frustración y tristeza, dependiendo del caso. Básicamente, el número 10 tiene la función de anunciar rectas finales.
No por nada, el Arcano Mayor regido por el número 10 es la Rueda de la Fortuna, una carta que denota ciclos, cambios repentinos, y la inevitabilidad de los altibajos de la vida.
Y esto también se plasma en los cuatro Arcanos Menores regidos por el número 10; algunas presagian momentos positivos, y otros negativos.
El 10 de Copas es una carta de optimismo, bienestar emocional, gratitud y armonía, indicando un período de energía positiva y bienaventuranza, especialmente en el plano emocional, familiar y afectivo. El 10 de Espadas, por el contrario, indica un período complejo y difícil, marcado por derrotas, fracaso, rupturas y contratiempos, siendo igualmente una alerta o advertencia. El 10 de Oros representa éxito a largo plazo, abundancia, fortuna y cumplimiento de metas, siendo un "sí" en cualquier pregunta relacionada con familia, trabajo, dinero, etc., pues anuncia estabilidad y seguridad. Y finalmente, el 10 de Bastos es una carta que presagia situaciones en donde estaremos sobresaturados y estresados; cargando el peso del mundo a nuestras espaldas. Sin embargo, tendremos la seguridad de que llegaremos a buen destino.
El Número 10 es visto como un final, y también, como un comienzo, siendo un número que cierra un círculo para luego volver a su estado original (10: 1 + 0 = 1). Constantemente pasamos por etapas o ciclos en nuestras vidas, y la naturaleza misma se encuentra aferrada a ello. Por ejemplo, tenemos el ciclo de las estaciones; el ciclo del agua; el ciclo de los biogeoquímicos, y muchos más, los cuales tienen un comienzo, un desarrollo, un final y un reinicio. Incluso, la muerte puede verse como un 10, porque pasamos de una existencia a otra, lo que en el hinduismo y budismo se conoce como Saṃsāra: el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación.
Por ello, como ya fue mencionado, las cartas del Tarot regidas por el número 10 representan diferentes finales y situaciones, algunos positivos, otros negativos.
Y la naturaleza del 10 se aprecia con la Rueda de la Fortuna, el Arcano Mayor regido por este número.
La Rueda de la Fortuna enfatiza la naturaleza cíclica de la vida, el destino, el éxito y la fatalidad. Cuando la Rueda de la Fortuna aparece en una tirada, es porque se avecinan grandes cambios, generalmente positivos, aunque en un principio puedan resultar difíciles o confusos de entender.
De igual modo, otro Arcano Mayor regido por el 10, es el Mago (10: 1 + 0 = 1), es decir: la primera carta de la baraja, el inicio y la raíz de todo.
El Mago denota manifestación, dinamismo, voluntad y potencial. Simboliza la adopción de medidas concretas y encarna el impulso necesario para alcanzar objetivos.
Cuando en nuestra vida se presenten cambios súbitos (Rueda de la Fortuna), debemos siempre adoptar la postura del Mago: un sabio que eleva su conciencia a un estado superior, aceptando las dificultades que tiene por delante pero sin dejar que le perturben. Por ello, en la mesa de trabajo del Mago tenemos una copa, un oro, un basto y una espada, señal de que tiene control sobre todas las situaciones.
Si desea leer más sobre estos dos Arcanos, adjunto los respectivos enlaces a mis publicaciones anteriores:
Ahora analicemos a los cuatro Arcanos Menores regidos por este número.
- 10 de Copas:
El Diez de Copas se traduce como una carta positiva y armoniosa, representando plenitud, felicidad, realización, amor, satisfacción, bienestar emocional, gratitud, compañerismo, armonía, vida hogareña, prosperidad, celebraciones, uniones y vínculos reforzados. La carta indica un período de paz y gratitud, y te invita a que te tomes un momento para disfrutar de tus logros, compartir con tus seres queridos y sentir la energía positiva que te rodea. El Diez de Copas nos dice que alcanzarás un nivel de realización y bienaventuranza, sobre todo en el plano emocional, familiar y afectivo. Es por estas razones que en el dibujo se puede apreciar a las copas formando un arcoíris en el cielo, denotando alegría, equilibrio, bendiciones, celebración, objetivos concretados y plenitud. El cielo despejado y el paisaje verde y armónico ayudan a complementar este mensaje de esperanza. De igual modo, en el centro de la imagen podemos apreciar a una familia feliz y unida: la pareja se abraza cariñosamente mientras reciben las bendiciones del cielo, y los niños danzan felices y despreocupados, retratando a una familia ideal.
Invertido, el Diez de Copas simboliza rupturas, discusiones, peleas, tensión, pérdidas, falta de armonía, desafíos, expectativas no cumplidas, relaciones disfuncionales, desacuerdos, inestabilidad, decepciones, problemas en el hogar, y bloqueos. Estas negatividades afectarán principalmente al ámbito emocional, familiar y afectivo. Puede haber malentendidos o desacuerdos que dificulten el ambiente armonioso habitual. También puede indicar que ciertas esperanzas o expectativas con respecto a las relaciones o realizaciones no se están cumpliendo, lo que podría conducir a una decepción o insatisfacción. Abordar los conflictos, reevaluar nuestras expectativas y fomentar una comunicación abierta contribuirá a restaurar la armonía y el equilibrio perdido.
- 10 de Espadas:
Tocar fondo. Esta carta denota colapso, ruptura, desolación, ruina, fracaso y derrota. Puede significar el punto cúlmine de una problemática: su lado más intenso y doloroso. Esta carta tiende a presagiar desastres y contratiempos inesperados, así como resultados negativos. También puede representar una traición por parte de personas en las que confiabas. Emocional y psicológicamente, el 10 de Espadas aparece cuando uno está agotado y desesperanzado. No por nada la ilustración de la carta resulta sombría y tétrica, mostrándonos a un hombre apuñalado y tendido en un lugar desolado, con sangre manando de sus heridas. Positivamente, la carta podría interpretarse como una señal o advertencia, por ejemplo, si preguntaste si te convenía hacer tal cosa y aparece el 10 de Espadas, entonces, lo mejor sería evitar dicha opción y reevaluar tus posibilidades, pues la carta te dice que por allí no es. También podría ser un aviso para indicar que se aproxima una crisis.
El Diez de Espadas invertido sugiere que estarás saliendo de un período de dificultad, o bien, experimentando una recuperación gradual. Indica que lo peor ya pasó y que te estás alejando de una situación que pudo haber sido desafiante o dolorosa, siendo un signo de resiliencia y curación. En la posición invertida, se puede ver que la figura de la carta se levanta del suelo y comienza a quitarse las espadas. Las nubes tormentosas se despejan y dan paso a un nuevo amanecer. Si bien las cicatrices del pasado aún pueden estar presentes, existe una sensación de avance, enfatizando la idea de que incluso después de enfrentar la adversidad, existe potencial para la renovación y el crecimiento. Pasaste por una época muy turbulenta que te dejó debilitado física y emocionalmente y esto te hizo creer que no tienes fuerzas para nuevas batallas. Sin embargo, la carta en esta posición muestra que es posible comenzar de nuevo.
- 10 de Oros:
El Diez de Oros es una carta positiva que representa éxito a largo plazo, prosperidad, abundancia, recompensa por nuestro trabajo y el cumplimiento de nuestras metas, entregando una sensación de seguridad y logro, principalmente en asuntos económicos, laborales y familiares. Esta carta también puede representar el legado que uno deja en el mundo o el impacto duradero sobre las generaciones futuras. Cualquier pregunta sobre familia o riqueza tendrá una respuesta positiva con esta carta. Las recompensas por aquello en lo que has estado trabajado duro llegarán, y con ellas, nuevas oportunidades que potenciarán aún más tus sueños. Si todavía tienes trabajo por hacer, persiste, entrégate por completo y evita los caminos fáciles: ten la seguridad de que llegarás a buen puerto y que obtendrás un retorno por ello. En la ilustración de la carta se aprecia a un hombre rico sentado en el patio de su gran propiedad: le rodean cosechas o viñas (que representan abundancia); dos perros blancos (que representan estatus); y su familia (indicando fuertes vínculos afectivos). Al fondo se aprecian edificios y un arco, que son las propiedades de este hombre. De hecho, el arco tiene un escudo familiar, mismo que se plasma en su túnica, lo que indica su poder, legado y prestigio. Básicamente, este hombre ha construido su propio imperio y ahora mira los frutos de su trabajo. No por nada los diez oros se distribuyen armoniosamente en todos los elementos de la escena.
Invertida, la carta denota desafíos y reveses financieros, problemas y discordia en el ámbito familiar, inseguridad, pobreza, carencia material y falta de armonía. Puede ser una señal para advertir sobre problemas futuros o para indicar un resultado negativo y/o desafiante (por ejemplo: pérdidas económicas, quiebra, divorcios, resultados no deseados, inestabilidad familiar y tensión). También indica que existen o existirán obstáculos importantes al momento de entablar un compromiso o formar una familia.
- 10 de Bastos:
El Diez de Bastos suele indicar una situación en la que puedes sentirte abrumado o agobiado por las responsabilidades. Sugiere que estás llevando una carga pesada, quizás asumiendo más de lo que puedes manejar. Esta es una carta de desafíos, implicando que las dificultades están llegando a su punto máximo. Puede ser una señal de que necesitas delegar tareas, pedir ayuda o reconsiderar la necesidad de llevar ciertas cargas. El 10 de Bastos te recuerda que está bien buscar apoyo y que no siempre debes llevar el peso del mundo sobre tus hombros, tal como está haciendo el personaje de la ilustración, y por ello se le ve agotado y cansado. Esta carta en su posición al derecho tiene dos contrapartes, una positiva y una negativa. La positiva es que estás llegando al final de un ciclo: ahora estás dando los últimos pasos y, pese a que te sientes agobiado y que quizá te desplomes exhausto, lo cierto es que tus esfuerzos valdrán la pena. Lo negativo es que probablemente no tengas descanso una vez terminada tu misión, conllevando algunas responsabilidades y compromisos extras. A veces, estas responsabilidades o cargas pueden ser laborales, económicas, afectivas, o incluso asociadas con traumas emocionales y secretos.Invertida, esta carta igualmente nos señala un sobreesfuerzo y cargas excesivas: estás llevando el peso del mundo en tus hombros, sin embargo, es muy probable que todo aquel esfuerzo no produzca los resultados positivos, o que la tarea que estamos realizando no llegará a buen puerto. Por ello, lo mejor sería deshacerse de la carga, hacer cambios y dejar de sufrir en silencio. Por lo tanto, podría interpretarse como una señal de alivio y resignación: es mejor soltar. Lo que no dejas ir, lo cargas. Lo que cargas te pesa, y lo que te pesa, te hunde. Este es el mensaje de la carta: dejar ir.